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lunes, 22 de agosto de 2016

¿Se apagan las luces del Passeig de Gràcia, cómo las de una relación?

Hoy estaba esperando el coche de un amigo en Gran Vía de Las Corts Catalanas con Passeig de Gracia, en pleno verano justo al amanecer, y ví cómo se apagan las luces del Passeig que iluminaban el edificio Batllo de Gaudi. En ese momento pensé: "¿Se apagan las luces del Passeig de Gràcia, cómo la luz interior de una relación?" Y claro, llegó Jorge Luis Borges con sus versos del poema "Desierto"...
"A un hombre lo dejó una mujer.
Resolvieron mentir un último encuentro.
El hombre dijo:
Si debo entrar en la soledad
ya estoy solo.
Si la sed va a abrasarme,
que ya me abrase.
Esta es otra parábola.
Nadie en la tierra
tiene el valor de ser aquel hombre."
A mí la frase: "si debo entrar en soledad/ ya estoy solo." Es un verso sencillamente extraordinario. Pues la mayoría de las personas quieren terminar una relación del tipo que sea, y se mantienen en una inercia de cuerpo y alma que a veces da asco.  Hecho que activa un conflicto permanente de discutir por todo cuando en realidad cada uno debería estar en paz solo. 
Yo no he aprendido a dejar nada. Me es imposible separarme de la luna y de ciertos libros. Me cuesta quitar una piel de mi nariz después que el adn de su olor sube directo a la memoria. Por eso me gusta el siglo xix y los poetas suicidas. Que eran capaces de morir antes de olvidar. 
Eso sí, viviendo en Sevilla aprendí algo para identificar el mejor jamón de pata negra que te puedes comer: lo coges, te pones una lasca en la manos, lo frotas duro con ambas palmas, y si es muy bueno la fina carne desaparece y se convierte en una crema de aceite. 
O sea, tu mejor deseo:  lo frotas y desaparece. C'est clair = es Claro.