páginas vistas

miércoles, 23 de marzo de 2016

Obama al punto. Castro: poco hecho (y con sangre)

En España en los restaurantes te preguntan ¿la carne la quieres poco hecha,  con sangre o al punto? Creo que la visita de Barack Obama, no estaba al punto. El régimen cubano no estaba hecho para los cambios, Barack demostró estar al punto. ¿Suficiente para todos?..Creo que no. Y me explico...
Tras el entusiasmo desatado por las palabras maravillosas de Barack Obama en Cuba, no es ironía, es un hecho. "Yo exijo," hechos. Mis lectores y seguidores que adoro. Coinciden varios en que los hechos los deben gestar los cubanos de la isla.  O sea, ¿quienes están bajo un régimen dictatorial, sin dinero, empobrecidos, teniendo que pedir permiso para entrar y salir del país?  Y los del exterior, ¿teniendo que pedir permiso para entrar, para invertir, para hablar (y recordemos please a Tania Bruguera)?  Y  todos, sin poder elegir un gobierno que nos represente. ¿Yo estoy loco, o deseo cosas muy imposibles? Alguien piensa realmente que los cubanos bajo esas condiciones pueden cambiar algo. 
Cuando hablo de hechos, me refiero en exclusiva a la presión que puede ejercer un presidente de Estados Unidos y su influencia directa en empresarios que puedan invertir en Cuba.
Para las inversiones en Cuba, debería poner condiciones,  y garantías para que los cambios en las estructuras del estado cubano sean reales. No dar riendas sueltas a una inversión controlada por el Estado cubano que jamás llegaría beneficios sólidos al pueblo, solo migajas.
Se me ocurre que inviertan empresarios cubano americanos o cubanos en el exilio sin condiciones. Si esas inversiones van a manos del Estado-Castro.  .. ¿Cómo los cubanos muertos de miedo- como aún están- y pobres,  podrán cambiar nada.
Se cambia, no seamos ingenuos, con mucho dinero sobre la mesa, y ese dinero gestionado por la sociedad civil y privada de todo un país. 
No veo a Castro en esa línea. Y aunque no vaya a favor de esta corriente maravillosa de optimismo pienso, que esta visita le faltó tiempo. Y dejar antes que Castro hiciera cambios reales.
Eisenhower cuando vino a España en 1959, sabía que Franco estaba obligado abrir el país.  Creo *ojalá me equivoque* que Obama con muy buena voluntad ha terminado reforzando a Castro. Ojalá me equivoque. Seria el primero en reconocerlo y para eso tengo este blog.
¿Creies que es casual, la soberbia infame de no recibirlo en el aeropuerto?
Yo antes estos "eventos" prefiero estar despierto, como la niña de El Sexto.
HISTORIA.
El  presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, llega a la base militar de Torrejón de Ardoz, en Madrid, donde es recibido por el general Franco.
Tras el ingreso de España en la ONU y en otros organismos internacionales,  la visita del dirigente estadounidense significa la culminación de la política de amistad entre Madrid y Washington y el fin del aislamiento del régimen de Franco tras la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial.
En la década de los sesenta y a raíz del encuentro de Franco con Eisenhower, España pasó de ser uno de los países más pobres de Europa a crecer a un ritmo medio del 7 por ciento.

Tienda de Chocolates Pierre Marcoliní en Bruselas.

Sin dudas, una de las anécdotas más bonitas que me ha ocurrido en Europa, fue cuando entré a la tienda de chocolates P. Marcolini, con más de cuatro plantas dedicadas a delicatessen de chocolates de todo tipo. Dentro había una cubana que me reconoció por el acento y me preguntó ¿si era cubano? cuando le dije que sí, comenzó a llorar. 
Hacía meses no hablaba con un cubano y llevaba dos años viviendo allí. No se adaptaba al frío y estar vendiendo chocolate por muy bueno que pareciera, ella prefería tocar piano. Eso sí, no iba a volver a Cuba ni muerta.

 

Cuando en mi trabajo mi amigo dominicano me dijo que los yihadistas islámicos asesinos habían atentado en Bruselas, lo primero que me vino a la mente fue su  rostro. No sé nada de ella. No sé si aun, diez años después sigue allí. Ojalá no le haya pasado nada. Ni a ella ni a sus más cercanos.

 

Rue des Minimes, 1, Brussel, Bélgica. 
Tienda Pierre Marcolini.














Mi Bruselas que no la cambiará un atentado. Ver fotos.


Me niego a recordar Bruselas por las imágenes que estan pasando desde ayer en todas las redes y la prensa oficial. Yo conozco otra Bruselas, que me gustaría que tú: seguidor, lector  y amigo, conozcas más allá de la muerte, los heridos y el humo que han dejado unos fanáticos infames.
Cuando fui a Bruselas por primera vez, en 2005, me sorprendió sobremanera el aeropuerto, que no sólo era bellísimo, sino el más grande que había pisado en Europa en esa fecha. Antes de ir, me dí un baño literario con la "bruselosis" de Guillermo Cabrera Infante; este escritor cubano vivió unos años allí como agregado cultural y dejó varios textos de su Bruselas personal, de hecho afirmó sólo he vivido en tres ciudades: La Habana, Londres y Bruselas.  Y, claro,  Infante me hizo  tomar cerveza  Stela,  me enseñó amar el cielo gris, y sin dudas buscar los mejores chocolates.
Como tierra de gran mercado de chocolate gracias a que el Congo belga fue su colonia, me di también regusto con sus variantes de chocolate en la tienda Marcolini, que merecerá un post aparte.  La primera tienda de cinco plantas todas llenas de todo tipo de formas de chocolate.  
Antes de conocer a fondo la comida mejicana, fue aquí donde comí un bistec hundido todo en chocolate que me deleitó.
Visitar el barrio de Matongue africano, fue un impacto para alguien como yo, que nunca había conocido a ruandesas que habían escapado de la matanza en su país de 1994.
Sin duda, uno de los atractivos más notables de esta ciudad es su arquitectura, art Noveau, o modernista. El paseo que nos dio Manolo, un amigo sevillano que vivía allí en esa época, fue total.




Anterior y este del aeropuerto. 
Unas esteras largas y muy cómodas.



En el barrio africano de bruselas 
Matongué con dos ruandesas.



Nombre del restauran donde comí mi bistec con chocolate.





Fotos varias del barrio donde viví en mi visita.















Metro Bruselas. yendo al barrio donde aun se 
conservan las casas modernistas u art noveau de la ciudad.


Jardín de Bruselas