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sábado, 21 de noviembre de 2015

Adrián Morales en un Palacete del Vedado: Las Estaciones. "Susana" y yo.




Nací en una isla del Caribe sin estaciones, y siempre decía que me encantaba el frío (no le llamaba invierno) sin conocerlo. Recuerdo que cuando el músico y pintor  Adrián Morales comenzó hacer una peña en el museo de Artes Decorativas, donde se leían cuentos (Leonardo leía los cuentos orales suyos como nadie)  poemas, y sobre todo él cantaba e interactuaba con los orígenes de obra. Debo parte de mi ser social e intelectual a esta peña donde todo giraba en torno al arte en medio de un entorno dictatorial y censurador.
Descubrí en el jardín cuatro esculturas que representaban las estaciones; quedaban entre el público, y siempre pensé que esta casa la vocación europeísta estaba más allá de la realidad, pues representar algo en un jardín caribeño o país donde hay una sola estación todo el año, era perpetuar la nostalgia por los viajes y lugares del recuerdo.
Este Palacete está en la esquina de las calles 17 y E en el Vedado, antigua residencia de los condes de Revilla de Camargo. Proyectado en París por los y arquitectos franceses P. Virad y M. Destugue, bajo la dirección del arquitecto cubano Alberto Camacho. El único material cubano utilizado en la construcción de esta residencia, fueron las maderas de las puertas y ventanas realizadas en caoba tallada.
El viernes (otoño 2015) ví Adrián en una expo que curó en Hospitalet y rememoré esta historia, donde siempre es poco cuando le agradezco las influencia positivas que tuvo aquellas peñas a fines de los ochenta en mí. Creo que sería muy diferente.
Hay una canción de Adrián que tengo en cassete traída de Cuba, "Susana," que seguro cambio en mí, la forma de ver y analizar a los cantautores contemporáneos a él. La forma en que Adrián diluía sus influencias de rock progresivo en "aparentes baladas" era un luxe que tuve la suerte de vivir muy temprano. Luego muchos siguieron esta ruta, que ha él seguro le gusta decir "Nomada" pero sus pautas fueron esenciales.



Selfie Adrián y yo. El viernes pasado...Otoño 2015