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jueves, 3 de julio de 2014

Ruta de la madera cubana. Reñé, restauran-café de l' eixample barcelonés modernista.




Paso muchas veces por el carrer Consell de Cent 362 rumbo a casa y la fachada modernista que conserva este local de 1910 me llama mucho la atención siempre. 
Es evidente, está hecho todo el techo interior y parte de la fachada con madera caoba traída de Cuba,  como en tantos edificios modernistas de esta ciudad que tengo censado por curiosidad y para mostrarle a mi hija que Cuba no está muy lejos.

A muchos amigos catalanes que no son conscientes de esto, se ríen al principio y luego terminan dándome la razón cuando descubren algunos, que los indianos ricos como Güell, Antonio López y López (y otros cientos) hicieron su fortuna en Cuba, con negocios legales como el azúcar o tabaco; e ilegales como el tráfico de esclavos.


El sábado pasado entré en este fascinante lugar para hacer una foto y las curvas sensuales y modernistas de la lámpara de luz (he dicho lámpara y no dos hermosos ojos) me hicieron quedarme y ponerme a escribir y leer la prensa del día. 
Luego la camarera catalana- vasca ayudó cuando puso casi toda la música de Rosario Flores, quizás la única "celebritis" española que he entrevistado en mi vida.

Hace poco Patricia Gutiérrez y Di, Comentaron que iban a seguir mi ruta por los cafés chulos por donde escribía, me gustó la idea, quizás marcado por Sartre quien decía que escribir es "ser la ocasión de que algo bello exista." 
No pasó mucho tiempo cuando Di, me dijo que estaba en el Mama 's Café ( bar de Gràcia donde suelo escribir) con su ordenador, y no le dije, lo digo hoy, lo feliz que me hizo, es como dejarle mi habitación para que duerma, eso son algunos cafés, puertas habitables para la creatividad.

    Conserva su antiguo cartel

José Reñé, comenzó siendo lo que dice el cartel de la fachada: una Bombonería. Esta ciudad era la entrada del chocolate a Europa durante gran parte del siglo XVIII y XIX, y existe una larga tradición en la fabricación de chocolate, que tampoco hay que olvidar venía de América, para los no entendidos. Como las papas, el tomate, el maíz, mango, aguacate, piña...hoy cotidianos aquí, gracias a Colón.

En fin, hoy está antigua Bombonería con wifi gratis, es un restauran con pescado muy fresco del día, los boquerones en vinagre que me comí tomando una cerveza clara con limón estaban de muerte.
Y el techo con retablo de caoba del segundo salón es Cuba, o su nostalgia.
En mi guía de la Ruta de la madera cubana en el modernismo catalán, 'Reñé' es una referencia perfecta.






La copa rota: José Feliciano y Calamaro/ Melomanías

"Mozo, sírveme la copa rota, sírvame que me destroza, esta fiebre de obsesión. Mozo, sírvame en la copa rota, quiero sangrar gota a gota, el veneno de su amor."



Las estrofas de este escribillo me las aprendí de memoria cuando era pequeño, gracias a que tenía que acompañar a mis hermanas (Silvia y Cecilia) a todas las fiestas que iban, hablo de los años setenta. José Feliciano estaba prohibido en Cuba,  junto a una larga lista de intérpretes, nacionales e internacionales  eso no impedía que en las fiestas los jóvenes -de ese momento- lo escuchaban y bailaran con él toda la noche muy apretados,  aunque tuviesen que hacerlo con la música lo más bajo posible para no ser denunciados a la policía.  
Esto me sirvió más tarde para demostrar que la Nueva Trova Cubana, con Pablo y Silvio a la cabeza, a pesar de ser buenos compositores, no eran del gusto de gran parte de la población cubana, aunque sí pasaban sus canciones como droga necesaria y revolucionaria por todas las emisoras y canales de televisión en Cuba.
Yo fungía como una especie de chaperón, guardaespaldas de ellas siendo un niño. Que más tarde cuando llegaba a casa, tenía que denunciar a mis hermanas si se besaban o se abrazaban con algún salido, hecho que nunca hice a pesar de que las vi en más de una ocasión haciendo lo que cualquier adolescente de su edad.
Pasé años sin reconocer que estos boleros no eran de mi gusto, creo que nadie de mi generación, escritores y artistas en sentido general queríamos que nos vincularan a José Feliciano. Fue realmente una sorpresa cuando Feliciano grabó una canción de Silvio Rodríguez, y un poco el veto a este artista se desarticuló en el país, aunque nunca pusieron estos boleros, ya que según decían del "ministerio de cultura," había sido cantados en un Festival de Chile donde estaba Pinochet, que era tan dictador como Castro, pero de derechas.
Mi segundo impacto fue cuando el roquero argentino Andrés Calamaro, retomó esta canción que yo había conocido en la voz y la excelente guitarra de Feliciano e hizo una versión muy aceptable.
Su autor no era como yo pensaba Feliciano, sino, un puertorriqueño llamado Benito de Jesús, nacido en un sitio de Puerto Rico llamado, La Barceloneta.

La copa rota...

Aturdido y abrumado 

por la duda de los celos, 

se ve triste en la cantina 
un bohemio ya sin fe. 
Con los nervios destrozados, 
y llorando sin remedio 
como un loco atormentado 
por la ingrata que se fue. 

Se ve siempre acompañado 

del mejor de los amigos, 

que le acompaña y le dice: 
"ya está bueno de licor". 
Nada remedia con llanto, 
nada remedia con vino: 
al contrario, la recuerda 
mucho más su corazón. 

Una noche, como un loco, 

mordió la copa de vino, 

y le hizo un cortante filo 
que su boca destrozó. 
Y la sangre que brotaba 
confundióse con el vino, 
y en la cantina este grito 
a todos estremeció: 

"No te apures compañero 

si me destrozo la boca, 

no te apures que es que quiero, 
con el filo de esta copa, 
borrar la huella de un beso 
traicionero que me dio." 

"Mozo, sírveme la copa rota, 

sírveme que me destroza 

esta fiebre de obsesión. 
Mozo, sírvame en la copa rota, 
quiero sangrar gota a gota 
el veneno de su amor." 

"Mozo, sírveme en la copa rota, 

sírveme que me destroza 

tanta fiebre de obsesión. 
Mozo, sírveme en la copa copa rota, 
quiero sangrar gota a gota 
el veneno de su amor.