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miércoles, 2 de octubre de 2013

Noticia: El rey de La Habana será llevada al cine

Tras el éxito de la película catalana  Pá Negre (9 Goyas, 2010), el mallorquín Agustín Villaronga empezará a rodar la próxima primavera El rey de La Habana, película producida por Luisa Matienzo, el film está basado en la novela homónima del cubano Pedro Juan Gutiérrez, noticia que da el Periódico de Catalunya.

"AQUEL pedazo de azotea era el más puerco de todo el edificio. Cuando comenzó la crisis en 1990 ella perdió su trabajo de limpiapisos. Entonces hizo como muchos: buscó pollos, un cerdo y unas palomas. Hizo unas jaulas con tablas podridas, pedazos de latas, trozos de cabillas de acero, alambres. Comían algunos y vendían otros. Sobrevivía en medio de la mierda y la peste de los animales. A veces al edificio no llegaba agua durante muchos días. Entonces vociferaba a los muchachos, los despertaba de madrugada, y a golpes y empujones los obligaba a bajar los cuatro pisos y subir por la escalera unos cuantos cubos, de un pozo que increíblemente estaba en la esquina, cubierto con una tapa de alcantarillado. Frag de El Rey de La Habana.

Debo confesar que este escritor cubano,  que publicó varias novelas y relatos a inicios de este siglo, lo leí cuando vivía en La Habana Vieja, o sea, en el contexto original de casi toda su obra y siempre me pareció que algunos intelectuales españoles quisieron encumbrar  para tapar la carrera de Zoé Valdés, e intentar lograr el éxito de ésta con su novela La Nada Cotidiana. Zoéademás de narrar la decadencia de un sistema político y social en franco deterioro, cuando le daban un micrófono hablaba y habla alto y claro. En cambio, Pedro Juan Gutiérrez, Padura y otra sarta de triunfitos escritores, pintores y músicos de la isla son casi críticos con el gobierno revolucionario, luego en sus declaraciones prefieren mirar para otro lado y así entrar y salir de la isla sin problemas.
Dicho esto, reconozco que la novela, El rey de La Habana me gustó, por pasajes de realismo sucio muy bien ajustados a esa Habana Vieja llena de marginales de finales de siglo XX. Donde el tono del lenguaje me recuerda mucho esa ciudad en la distancia. Agustín no lo tiene fácil, tampoco lo tuvo con Pá Negre, que fue una adaptación de la novela de Emili Teixidor, que tiene muchos puntos en común con la novela de Pedro Juan, marginalidad y crímenes.


Pasaje de El rey de La Habana:
"A veces encendía un cigarrillo y se recostaba en la baranda de la azotea, a mirar a la calle, a pensar en Adalberto. De joven tuvo decenas de hombres. Le gustaba excitarlos. De cualquier edad. Algunos le decían: «Oye, boba, ven y dame una mamaíta. Te voy a dar dos pesos si me la mamas», y allá iba: a chupar. Algunos le daban dinero. Otros no. Le soltaban la leche y le decían: «Espérame aquí, no te vayas que vengo enseguida», y se perdían. Con Adalberto fue distinto. Los niños son de él, pero el muy cabrón nunca quiso vivir con ellos en la azotea, y cuando la vio embarazada por segunda vez desapareció para siempre. Ahora ya está medio viejuca, monga, apestosa a rayo, coja de una pata, muriéndose de hambre. Sacaba su cuenta y concluía: «¿Quién coño se me va a acercar? Si yo lo que tengo es ganas de morirme.» Pensaba así y se enfurecía consigo misma. Arrojaba el cigarrillo a la calle y, desesperada, gritaba a los muchachos:"


El escritor cubano, Pedro Juan Gutiérrez posando ante el Malecón habanero.

Bebo Valdés entre Nat King Cole y Sarah Vaughan en La Habana

El pianista cubano Bebo Valdes fue el responsable de tocar el piano y hacer algunos arreglos del disco que grabó en español Nat King Cole.  En una entrevista publicada en El País, Bebo confesó: - yo fui el que le enseñé a decir "cachito",  él decía, cachirou.
Lo curioso es que los encargados de censurar en el gobierno del dictador Francisco Franco, según me contó el escritor andaluz y amigo, Fidel Moreno, prohibieron esta canción Cachito Mío, escrita por Consuelo Vázquez y  cantada por Nat King Colé, porque interpretaban que Nat cuando decía,  cachito, cachito, cachito mío, pedazo de cielo que dios me dió,... Pensaban que se refería a su miembro viril, o sea, pene, a pesar de que el texto deja claro que en realidad se refería a un hijo.

Cachito, Cachito, Cachito mío
pedazo de cielo que Dios me dió,
te miro y te miro y al fin bendigo,
bendigo la suerte de ser tu amor.