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jueves, 2 de agosto de 2012

La Omisión de los demonios personales a flote



De visita en Madrid, hace más de un año, nos fuimos al antiguo Matadero de esta ciudad,  a ver una obra de teatro, La Omisión de la familia Coleman de Claudio Tolcachir, autor y director de la obra .  Teatro argentino de lo mejor que he visto, gracias a tener cerca a Fidel, que se mueve, vive, trabaja y respira desde y  también por las tablas del Matadero. 
La obra, que se representa desde el 2006, y ha recorrido casi toda América y parte de Europa; es una radiografía de los dramas personales que se ocultan en cualquier familia que habita en sociedad. 
El acento de los actores parece que va a tratar de un micromundo sobre las tragedias personales de la sociedad argentina, pero avanzada la obra, te vas descubriendo a ti mismo, entras a formar  parte de ella porque descubres a fragmentos de la familia y de tu vida personal, y si alguna escena no se ajusta a tu propia familia comienzas a ver escenas de la vida de la familia de tus amigos cercanos.
La obra trata sobre la incomunicación del silencio, sobre lo que no se cuenta entre hermanos, padres y abuelos, o más común de lo que parece, lo que tampoco le comunicamos a la pareja por tener conciencia del tamaño del delito, eso que nos separa o une, y confesado debería unirnos o desaparecer y pocos tienen el valor de decir, o que solo se dicen en una situación de explosión, el peor momento para sacar los demonios personales. 
La obra tiene un humor negro cortado en  frases mínimas, a veces interjecciones, otras de brillantes monólogos que casi me hacen caer del asiento, queriendo  no estar en esa familia, pero cuando salgo de ella mentalmente, entro en la mía o en la del que está sentado a mi lado o en la de la otra de atrás, de la que solo me llega el perfume, pues todos respiran olor y recuerdos de omisiones personales dramáticas...

La obra nos enseña... nos distrae, nos proyecta los demonios a flote, nos conduce a las frustraciones alojadas dentro del cuerpo, nos pone un espejo delante como el de la madrastra de Blancanieves, no para que sepamos quién es el mas bello, sino para lo peor que tenemos dentro. La casa de la familia Coleman también es un país a punto de estallar, pero algo invisible los ata, aunque todos se quieren ir de esa casa-país, Ángel exterminador, según Buñuel, unos quisieran desaparecer de allí con los miembros más poderosos y otros simplemente desean irse porque el ambiente los ahoga, nada más parecido también, a una isla.

La obra tiene la virtud añadida de cuando termina nos hace un click dentro y comienza la proyección interior de nuestros fantasmas. 
Ya ha pasado tiempo desde que la vi, pero me es imposible no escribir este post sobre su efecto, o sea, mi afecto por este director de teatro nacido en Buenos Aires: Claudio Tolcachir.



foto del autor-blogger  delante del cartel antes de entrar a la obra. 




Entrevista a Compay Segundo: 90 años de música tradicional cubana.


Huellas del Pasado, se recomienda escuchar esta pieza mientras se lee. 
(al final de la entrevista se puede ver un concierto de Compay en el Olympia de París)

INTRODUCCION

Llegamos a la casa de COMPAY SEGUNDO en la calle Salud en Centro Habana sobre el mediodía, estaba ensayando en la sala el C.D que grabaría en marzo del l997 en Madrid para la multinacional Warner Music Group Company.
Es increíble comprobar cómo este hombre que cumpliría noventa años el -18 de noviembre de 1997- mantuviera tanta vitalidad en un ensayo. Sus improvisaciones en el "armónico" alcanzaban una perfección mágica que adornaban la armonía de sus sones con secreta paciencia y sin aglomeraciones de notas. El tema que tocaban se llama "A Vigo me Voy"; después supe por el periódico "EL PAIS" -de noviembre de l996-, que esta canción había sido coreada, cantada, y bailada por nada menos que cincuenta mil personas en el Festival "WOMAD" (World of Music, Art and Dance) en las Palmas de Gran Canaria.
Esa gira que también incluyó Holanda, Francia, Suiza y toda España promocionaba sus dos CD anteriores, producidos por un roquero devenido en promotor de música cubana, Santiago Ause­rón, del antiguo grupo Radio Futura. Quien redescubrió a Compay Segundo haciendo "sopa" en la piscina del hotel Capri en la capital, olvidado por  los  medios de difusión y muchas instituciones de música popular cubana. Un hombre  que es una institución en sí mismo de nuestra música en este siglo.
Esta  entrevista  estaba justificada solo con saber que Compay -Máximo Francisco Repilado Muñoz-, fue guitarrista de Ñico Saquito;  clarinetista por doce años del septeto de  Miguel Matamoros; y por haber sido el  director y creador del dúo "Los Compadres" junto a Lorenzo Hierrezuelo, pero todo esto no le bastó y luego de pasar por todos estos grupos creó el cuarteto "Compay Segundo y sus Muchachos", con los que viaja a los encuen­tros sevillanos "Del Son y el Flamenco" en el año 1994.  Y para cerrar  su obra, o abrirle nuevos caminos  participa en la graba­ción del disco "Buena Vista Social Club" como guitarrista, compositor y cantante , en l997, junto al guitarrista de Los Angeles Ry Cooder y otros músicos cubanos, donde interpreta su ya clásico "Chan-Chan" (que abre el disco), junto a dos composiciones más; disco que obtuviera en febrero de 1998 un Grammy en música Tropical.  
Hoy Compay Segundo representa para el son cubano tradicional, lo que B. B. King para el Blues en la música norteamericana, pero esto muchos lo desconocen, es un crimen que a pesar de su éxito actual por toda Europa, aún hoy sigamos sin conocer gran parte de la  vida que ha diseñado su obra. Esta entrevista es solo un acercamiento que intenta develar la historia personal que hay detrás de algunas canciones y el mundo en que se mueve un hombre que ha vivido casi un siglo con una guitarra en las manos.
Fue un acierto notable que desenterraron el brillante Compay Segundo en los encuentros del Son y el Flamenco. Despues a parti­cipado en la inauguración de la Feria del Disco "CUBADISCO 97", y lo invitaron   a tocar en el "Son más largo del mundo" cele­brado en la Habana en marzo de 1997, además  sus canciones forman parte ya de   bandas sonoras de aventuras que transmite la televisión nacional. Eso legitimiza la obra de un músico que sin duda alguna ha ganado un puesto entre lo mejor de la música popular cubana del siglo XX.
La cadena de éxitos de Compay Segundo es imparable, en la primavera de 1999, se alzó con el Premio al Mejor Album de Música Tradicional-Folk en la II edición de los Premios de la Música, organizados y auspiciados por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE y la Sociedad de Artistas, Intérpretes o Ejecutantes (AiE). Sin olvidar que el disco Buena Vista Social Club premio Grammmy 98, donde Compay  colabora con su ya clásico “Chan Chan”, en nuestra opinión, la canción locomotora del disco, lleva vendidos más 1. 300 000, copias.
La casa modesta donde vive y ensaya con sus muchachos parece no poder con la vitalidad que este ser le imprime a sus techos de madera con sus sones ...
"JARDIN HERMOSO RECUERDOS DEL PASADO
CUNA BRILLANTE DE LO QUE FUE MI AMOR"

COMPAY SEGUNDO:
Debo decir primero de dónde soy. Yo nací en Siboney, el 18 de noviembre de 1907. Allí por primera vez conocí a uno de los grandes trovadores de Cuba, a Sindo Garay, cuando yo tenía siete años, en 1914. Ese fue uno de los mejores trovadores de Cuba. Llegó a mi casa cayendo la tarde.
Mi mamá era ama de casa, y mi padre era maquinista trabajaba en las minas de hierro de Daiquirí cuando la Primera Guerra Mun­dial; 

leer entrevista íntegra, la única que hizo en vida de 30 folios donde cuenta todo o casi todo de su vida en el libro: