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domingo, 22 de julio de 2012

¿Quién tiene la culpa? Boris Larramendi Méndez

Cuando el grupo de jóvenes cantautores habaneros asociados a 13 y 8 (dirección donde se reunía la Peña) decidió salir de Cuba para desarrollar su carrera en España, nadie pensó que en menos de diez años grabaría más de una decena de placas, entre ellas Habana oculta, Habana abierta, Habana abierta 24 horas, Kelvis y Yo no tengo la culpa, de Boris Larramendi Méndez, el último integrante de Habana Abierta que ha lanzado un disco en solitario. 
 A esta lista habría que agregar los de otros cantautores, roqueros y raperos que intervinieron de forma esporádica en 13 y 8: tres discos en solitario de Gema y Pavel, el de Athanai —Séptimo cielo—, el de Nilo Castillo —Guajiro en el asfalto—, los grabados en La Habana por Pepe del Valle, Vanito, Alejandro y Superávit, más dos discos grabados en México por David Torrens. Estamos hablando de una generación que tiene un estilo, que está marcada por una continuidad y que es, sin duda alguna, la guía de las nuevas tendencias de la música cubana del siglo XXI. 
Con la salida al mercado de Yo no tengo la culpa, de Boris Larramendi (distribuido por EMI), la factoría Habana Abierta demuestra una vez más su presencia y continuidad en el mercado español. 
Hace diez años, en un homenaje a John Lennon en La Habana, Larramendi destacó como parte del grupo Estado de Ánimo —acompañante habitual de Santiago Feliú—, lo cual siguió consolidando con la banda Debajo, y luego en cientos de presentaciones de promoción por España y Suiza con Habana Abierta. Con esta última agrupación grabó canciones emblemáticas: Cayendo en la malla, Marchen bien, Corazón desabrochado, La algarabía (con Kelvis Ochoa) y 24 horas (con Kelvis y Vanito Caballero). También ha brindado sus canciones al dúo Gema y Pavel, quienes grabaron el tema Miel en su último disco editado. Y, a manera de anécdota, Verónica, una de las chicas del exitoso programa español Operación Triunfo I, ha hecho un hit de su tema Bésame. 
En Yo no tengo la culpa se advierte la huella de Rolling Stones, Van Van, Pearl Jam, Led Zeppelin, Santana, Manu Chao, Red Hot Chili Peppers, así como de Charly García, Fito Páez, Caetano Veloso y Gerardo Alfonso. También están presentes en el CD las congas de Santiago de Cuba (algo lógico en Boris Larramendi, empeñado en sacar de la marginalidad cultural una música hecha para el carnaval). Esta fusión sirve para definir la esencia de su obra, a la cual el cantautor no renuncia quizás por su nacimiento en pleno corazón de la Avenida del Puerto, en La Habana Vieja, donde la rumba es un lugar común. 
De la mano de Alejo Stivel, productor de grandes figuras del panorama español, Boris Larramendi fue tejiendo un disco bastante cercano al mercado hispano, aunque un poco distanciado, en cuanto a temas sociales, de su anterior militancia dentro del tandem Habana Abierta. 
La pieza Yo no tengo la culpa, que abre el álbum, refleja un estilo entre el reggae y el ska que tanto juego le ha dado a Manu Chao, quien se ha apropiado de esta sonoridad junto al grupo barcelonés Macaco. La diferencia de los ritmos de Boris está en los acertados pasajes tocados con tres cubano. Hacia el final de la pieza aparecen coros que se acercan más a la factoría de Habana Abierta (anterior al de Manu Chao en solitario). 
La segunda pieza, Una de dos, es una balada-pop donde el tumbao criollo entra en juego

En Django de Quentin Tarantino: -¡Alejandro Dumas era negro!

Gustave Le GrayRetrato de Alexandre Dumas en traje ruso© RMN-Grand Palais (musée d’Orsay) / DR
         Alejandro Dumas, padre.

Una de las escenas más duras de la película Django Desencadenado de Tarantino (2012) es cuando los perros del esclavista del Misisipi que personifica Leonardo DiCaprio se comen a un negro esclavo de su propiedad que ha intentado fugarse. El negro se llamaba D 'Artagnan, que hace referencia al personaje de Los tres mosqueteros que escribió Alejandro Dumas.
"El coprotagonista de la peli le dice más tarde a DiCaprio antes de matarlo... -Sabes que tu esclavo se llama igual que un personaje de una novela. DiCaprio responde sí. - sabes que su autor no hubiese  estado de acuerdo con lo que hiciste. DiCaprio contesta, seguro es un francesito débil... No es por eso, Alejandro Dumas, el autor, era Negro."
Quizás una de las tantas y duras verdades históricas  de las que contiene este último films de Quentin Tarantino, basado en el siglo XIX de la historia esclavista de los Estados Unidos,  que una vez más no deja indiferente a nadie.
Alejandro Dumas padre, nació el 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterês, Francia, siendo inscrito como Dumas Davy de la Pailleterie, ya que su abuelo Antoine-Alexandre era marqués  y se casó con una ex esclava negra de nombre Marie Céssette Dumas de Santo Domingo, que tuvo por hijo a Thomas Alexandre, dejándole huérfano a temprana edad. El niño volvió a Francia con su padre, y más adelante quiso estudiar la carrera militar, llegando a alcanzar el grado de general en el ejército de Napoleón Bonaparte.
Quentin Tarantino sabe que el racismo es una cuestión pendiente en todas partes y señala con el dedo una actualidad que muchos cineastas prefieren mirar para otro lado. Para no ir muy lejos, en el 2010, se estrenó en Francia, El Otro Dumas, y el autor francés fue representado por Gerard Depardieu, ¡un Rubio de ojos azules! Con la inmensa cantidad de actores negros que hay en ese país.
Para quien crea que Alejandro Dumas sólo fue un autor de novelas de mosqueteros o la excelente ajuste de cuentas por una injusticia, El conde de Montecristo, también escribió sobre racismo y esclavitud  en su novela "Georges", que cuenta la historia de un niño mulato capturado por traficantes de esclavos de su tierra natal, Mauricio, y que más tarde regresa para organizar un levantamiento. Al qué no le huela esto a la Revolución de Haití de donde era su abuela materna esclava, esta ciego o no sabe leer.
Tarantino demuestra en esta peli que sigue siendo un autor de raza y de sangre, mucha sangre con un estilo definido, por suerte esta vez toda la sangre derramada tiene un contexto , un río conceptual y temático por donde fluir.
Sinopsis:  En Texas, dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana, King Schultz (Christoph Waltz), un cazarecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos para cobrar por sus cabezas, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Él acepta pues luego quiere ir a buscar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), una esclava que están en una plantación del terrateniente Calvin Candie (Leonardo DiCaprio). (FILMAFFINITY)