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sábado, 11 de diciembre de 2010

Apenas abro los ojos... y veo Damas sin Miedo

Carlos Varela en concierto.





Parte del título de este post, es una canción de Carlos Valera que se hizo famosa en La Habana de los noventa, Apenas abro los ojos:

Apenas salgo a la calle/alguien se empieza a quejar/ se pone a hablar de mi anhelo/ dice que es muy largo ya/ y en la esquina hay un letrero/ que dice: Libertad/ dice mi verdad.
Cada vez que el público de distintos escenarios escuchaba la palabra libertad, aplaudía rabiosamente apoyando semejante osadía de Carlos en plena dictadura que duraba ya casi cuarenta años.
Recuerdo esto y siento vergüenza por mí y por toda mi generación, que no supo convertir esos aplausos tímidos dentro de la oscuridad de los teatros, en un grito en plena calle y ante toda la policía nacional, como ahora hacen las Damas de Blanco, a pleno sol y rodeadas de otro coro de infames que gritan otro lema, que aquí no voy a poner.

Estas Damas le han perdido el miedo al rey verde pero muchos de los que aplaudíamos a Carlos decidimos marcharnos a buscar libertad fuera de ese escenario antes de buscarla, y exigirla en nuestro espacio, sé que también irse es un derecho, pero me sigue dando mucha pena hasta dónde tenemos sembrado el miedo, ellas solo son diez o doce, nosotros llegamos a ser más de cuatro mil. Si con ellas no pueden, a miles les hubiese resultado difícil pararnos, y me hace ilusión pensar que mucha gente del Vedado y de Centro Habana, (pues el recorrido virtual que me invento debía comenzar en 23 y 12, seguir por Malecón, y continuar hasta el Castillo de la Punta) se hubiese unido al grito de ¡Libertad!, ¡Abajo la dictadura! Por ahora solo es un deseo de lo que hubiese querido que ocurriera, por ahora, hay más coristas que gritan a favor de la dictadura, que en contra de ésta. No obstante, yo le daría el Nobel de la paz a estas Reinas por ser tan Damas, similar a como la Academia Sueca se lo ha dado a Liu Xiaobo, desafiando a la poderosa China.